Este septeto de músicos gallegos define su música como improvisación conducida. Propuesta arriesgada pero al mismo tiempo cautivadora. Su directo es apto para todos los públicos.

El Comando no solo entra por las orejas, también lo hace por los ojos. Los temas surgen a través del director que con señales construye cada una de las piezas. Los músicos muy atentos, entregados a la improvisación y completamente volcados en la música. Aparece así una coreografía entre ellos que hace de hilo conductor del espectáculo.

Sus conciertos tienen vida propia y en ellos podemos escuchar momentos de noise, free jazz, impro libre, electrónica, o no…